viernes, 15 de julio de 2011

Discriminación y percepción visual

         Es la habilidad que tiene cada niño/a para reconocer y discriminar los estímulos visuales, esto igualmente requiere de la capacidad que tenga para interpretar e identificar lo que se ve y así luego relacionarlo con las experiencias previas.
    La percepción visual nos permite reconocer, discriminar e interpretar estímulos visuales, en tanto que la integración visual hace que seamos capaces de analizar y sintetizar las partes en un todo.
    Cuando un/a niño/a presenta dificultades o trastornos en el área de integración visual, no podrá reconocer aquella figura a la que le falta una parte y no podrá integrarlas para convertirlas en un elemento con significado. Estos aspectos constituyen los elementos fundamentales para el aprendizaje de la lecto-escritura, en donde el niño tendrá que discriminar letras y diferenciarlas, para lograr esto, el niño debe ser capaz de discriminar visualmente los objetos, esto es identificar las semejanzas y diferencias entre dos elementos o estímulos relacionados.
      La percepción es la experimentación  de patrones significativos en la gran combinación de la información sensorial.
     Es por eso que los materiales y actividades debe estar orientadas a hacer que el/la niño/a observe, identifique, analice los aspectos que hacen que dos figuras o formas sean semejantes o idénticas entre sí; y aquellos que hacen que sean distintas. Se pueden utilizar mecanismos no sólo visuales sino también táctiles, a través de los cual podemos percibir las similitudes y diferencias de los objetos cuando los tocamos. En los primeros años, el/la niño/a aprende a través de los sentidos, por tanto para lograr un óptimo aprendizaje es necesario que la información que reciba sea enviada por diferentes vías sensoriales.
       El/la niño/a que tiene problemas de discriminación visual, se le dificultará:
  •                  Hacer actividades que requieran concentración visual .
  •                  Concentrarse en estímulos visuales que lo rodean.
  •                  Prestar atención a pequeños detalles.
  •                  Concentrarse cuando una página tiene mucho material.
  •                  Diferenciar y reconocer la forma, tamaño y color de objetos.
  •                  Completar las figuras que dibuja o palabras que escribe.
  •                  Reconocer un dibujo si solo es visible una parte del mismo.
  •                  Tener adecuado sentido de dirección al leer, escribir, etc.
  •                  Copiar dibujos.
  •                  Terminar trabajos que se le ha asignado.
  •                  Realizar trabajos escritos en forma organizada.

 A continuación se le muestran una serie de ejercicios para trabajar esta área:










































Expresiones










miércoles, 6 de julio de 2011

Las Rabietas

   Son más fáciles de reconocer que de definir, normalmente incluyen llorar, gritar, patalear u otras muestras de ira o frustración; otras conductas menos dramáticas comprenden las quejas persistentes, los chillidos y la irritación.
      Las rabietas importantes se acompañan a menudo de otros trastornos de la conducta significativos, como trastornos del sueño o hiperactividad; no se relacionan con el sexo o la clase social, tampoco existe una predisposición genética o familiar.
      Estas aparecen cuando las emociones negativas de ira o frustración exceden de la capacidad del niño/a para controlarlas. En los/as niños/as pequeños/as, el conflicto entre el impulso por la autonomía y la dependencia continua crea frustración. Qué vestir, qué meterse en la boca, adónde ir y cuándo marcharse son muchas de las decisiones que los/as niños/as pequeños/as querrían tomar independientemente pero que no pueden hacer.
      Las rabietas pueden asociarse con un cierto número de factores ambientales, incluyendo el hacinamiento y el acceso limitado al exterior. Los riesgos familiares del aumento de rabietas incluyen el estrés familiar, la violencia doméstica, la depresión de los padres, el consumo de drogas, los castigos corporales frecuentes y la incapacidad de marcar límites firmes.
      Por esta razón los límites son las acciones que los padres y docentes hacen o dejan de hacer para orientar la conducta de los/as niños, hacia metas establecidas de antemano, o sea, con la claridad de qué niño/a quieren tener. Si los límites no son establecidos con anterioridad los/as niños utilizaran las rabietas como forma de manipular a los padres y docentes para adquirir lo que desean por el camino mas fácil…

LOS LÍMITES SON IMPORTANTES…
  • Porque se necesita de una vida familiar ordenada.
  • La disciplina produce hijos/as y padres felices.
  • Porque los límites producen hijos/as con mejor autoestima.
  • Porque la sociedad lo requiere (escuela, colegio, trabajo, comunidad).

CONSEJOS PARA ESTABLECER LÍMITES:

  • Sea objetivo a partir de las normas ya establecidas.
  • Practique el método de consecuencias lógicas.
  • No sea víctima del “Efecto de la expectativa sostenida” (el que es bueno es bueno y el que es malo es malo).
  • Crea en su estudiante o hijo/a y rételo a una 2da oportunidad.
  • Pesque al estudiante  o a su hijo/a en conducta positiva (Felicítelo/a, tanto en público, hágale ver sus avances)
  • Sepa dar feedback al estudiante o a su hijo/a: se refurza + en PÚBLICO, se corrige en PRIVADO.


¿COMO MODIFICAR LA CONDUCTA?

  • Defina el problema: antes de hacer cambios hay que saber qué es lo que se desea cambiar.
  • Enfoque los problemas uno por uno: Una vez se haya decidido exactamente qué comportamientos del niño/a se desea cambiar, puede surgir la tentación de abordar todos los problemas presentados a la vez. Hay que resistir este impulso y centrarse en cada problema, uno por uno, resolviendo uno antes de pasar al siguiente.
  • Sea modesto/a: Rara vez se soluciona el problema de un/a niño/a de la noche a la mañana.
  • Ser consecuente y constante: Conseguir el éxito final en el cambio de la conducta de un/a niño/a requiere ser consecuente y constante. Primero se debe llegar a un acuerdo sobre el problema y el plan antes de comenzar a aplicar soluciones. Además de esto, será de gran ayuda si consigue lo mismo con otros miembros de la familia y cualquier otra persona que tenga un contacto regular con el/la niño/a.
  • Ser positivo: Trate usted de ver la conducta general de su hijo desde una perspectiva positiva. No todo lo que hace el niño resulta desagradable, sólo algunos comportamientos irritan y frustran a los padres.
  • Hacer saber al niño/a lo que se espera de él/ella: después de seleccionar el comportamiento que se desea cambiar y elegir una estrategia o solución entre las que se ofrecen, se debe encontrar un momento tranquilo para explicarle al niño/a lo que va a ocurrir. Hay que mantener siempre una actitud positiva. Simplemente se le está explicando un nuevo acontecimiento. Describa el objetivo en palabras sencillas, que el/la niño/a pueda comprender fácilmente. No se le debe revelar toda la estrategia sino comunicarle de una manera amistosa, cariñosa y sin amenazas cuál es el objetivo hacia el que se pretende avanzar. Según sea la estrategia o soluciones que se han elegido y según la edad del niño/a, el padre puede tener que dar más información, tal como detalles sobre gráficos o recompensas.





 

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